jueves, 2 de junio de 2011

El Poder de la Oración



El pueblo de Dios siempre ha tenido un arma poderosa, como dirían algunos por ahí, el cristiano tiene “un as bajo la manga”. Esta arma ha sido concedida por Dios y lleva por nombre “oración”. Practicada por muchos y menospreciada y olvidada por otros. La oración es el medio por el cual podemos comunicarnos con nuestro creador y tener así una relación personal con él.

Se puede decir que orar va mucho más allá de “vanas palabrerías” o de repetir “credos interminables”. Un concepto muy sencillo de orar es aquel que seguramente muchos hemos escuchado: “orar es hablar con Dios”. Podemos asociar junto con esa definición lo siguiente: orar es presentarnos delante de Dios, buscar de su presencia, buscar conocerle y conocer sus respuestas, interceder por otros, clamar, pedir y requerir su ayuda ante la adversidad; en conclusión orar es tener una comunión personal de Padre-Hijo con nuestro Dios.

¿Qué se necesita para orar?

Para comunicarnos con el Señor sólo necesitamos tener un corazón humilde y dispuesto a buscarle creyendo que le hallaremos, no es necesario saber de teología, ni expresarnos con un lenguaje fino o técnico-científico, sólo hace falta disponer nuestra voluntad.

“Y todo lo que pidieres en oración, creyendo, lo recibiréis”. (Mateo 21:22)

“Los ojos de Jehová están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.” (Salmo 34:15)

“Aunque Jehová es excelso, atiende al humilde; mas al altivo mira de lejos”. (Salmo 138:6)

¿Cómo debemos orar?

Debemos orar de una forma espontánea, con serenidad, claridad de la misma manera que hablaríamos con cualquier persona; como dije anteriormente no hace falta repetir y repetir la misma frase, no hace falta pensar en palabras bien elaboradas y mucho menos gritar pensando que debemos alzar la voz para ser escuchados.

“Y cuando ores, no uses vanas repeticiones, como hacen los gentiles; que piensan que por su palabrería serán oídos.” (Mateo 6:7)

¿Dónde podemos orar?

No hay algún lugar específico para la oración, algunos piensan que sólo se ora en un templo, congregación o un lugar determinado. Sin embargo Dios no está limitado, ni por el tiempo, ni por el espacio. Podemos orar en nuestro cuarto, en la cocina, cuando vamos en el automóvil, en el autobús, en el templo o en cualquier lugar donde nos encontremos. Sin embargo es recomendable que cuando vayamos a orar lo hagamos en un lugar tranquilo, lejos de cualquier ruido, lejos de cualquier cosa que nos distraiga o nos interrumpa.

“Mas tú, cuando ores, entra en tu alcoba, y cerrada tu puerta ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público.”(Mateo 6:6)

Jesús nos dio ejemplo de ello; él oraba de mañana y de noche y lo hacía apartándose del grupo.

“Y levantándose muy de mañana, mucho antes del amanecer, salió y se fue a un lugar desierto(sólo), y allí oraba”. (Marcos 1:35)

“Y despedidas las multitudes, subió al monte a orar aparte. Y cuando llegó la noche, estaba allí solo”. (Mateo 14:23)

“Y habiéndoles despedido se fue al monte a orar”. (Marcos 6:46)

Y aconteció en aquellos días, que fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios.” (Lucas 6:12)

Importancia de la oración.

Como cualquier hijo desea compartir con su padre, le cuenta sus problemas y necesidades, así el cristiano puede compartir, comunicarse y presentar sus peticiones delante del Padre celestial, así como también interceder por otros.

Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.(Mateo 7:7-8)

Y si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en el cielo dará buenas cosas a los que le pidan?.(Mateo 7:11)

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y súplica, con acción de gracias”.(Filipenses 4:6)

“¿Está alguno afligido entre vosotros? Haga oración”. (Santiago 5:13)

Y la oración de fe sanará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados.” (Santiago 5:15)

“Confesaos vuestras faltas unos a otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo, puede mucho.” (Santiago 5:16)

La oración eficaz

La oración eficaz es aquella en la que podemos ver los resultados, toda oración es oída y toda oración es respondida (directa o indirectamente), aunque a veces la respuesta no es la que nosotros esperamos, pero siempre es respondida ya que, aunque quizás no escuchemos la voz de Dios o no veamos el resultado de la misma, Dios actuará de acuerdo a su soberanía.

La razón principal por la cual a veces nuestras oraciones no son respondidas de la manera que esperamos, es porque el Señor como buen padre sabe lo que nos conviene y lo que no, por ende no siempre nos dará lo que queremos, debido a que veces pedimos cosas que no serán de bendición a nuestra vida o simplemente pedimos de manera egoísta, pensando sólo en obtener un capricho. El Señor no nos dará siempre lo que queremos, pero si nos dará siempre lo que necesitamos.

Pedís y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.” (Santiago 4:3)

Otra razón por la cual no recibimos es la siguiente: El Señor Jesús nos ha prometido hacer aquello que nosotros le pidamos “siempre y cuando”:

1ero Esté en su voluntad y sea de bienestar para nosotros. (Ya se explicó)

2do Guardemos sus mandamientos.

En conclusión, a veces la respuesta que esperamos de Dios, está condicionada a nuestra manera de vivir, a nuestro comportamiento y a nuestra relación con Dios. No esperemos que un padre felicite y le regale a su hijo todo lo que él le pida si no hace los deberes.

No esperemos recibir nada de Dios si le hemos dado la espalda y no nos movemos bajo su voluntad.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis, y se os hará.”(Juan 15:17)

“y recibimos de parte de Él cualquier cosa que le pidamos, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que es grato ante Él.” (Juan 3:22)

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